José de San Martín, Pepito como le decían sus amigos de 
la infancia, nació el 25 de febrero de 1778, en Yapeyú, actualmente Corrientes… Hijo de Don Juan de San Martín y Gregoria Matorra, ojo que no dije la gorda matorra sino Gregoria…
Ya de pequeño, le gustaba liberar cosas, sus primeras liberaciones consistieron en soltar los pajaritos de su padre, unos zorzales y jilgueros que su padre encerraba en una jaula, después siguió con el perro de un vecino, perro que se volvió agresivo por la opresión de su amo por tanto tiempo, dicen que cuando Pepito lo libera el perro también intentó morderlo, pero como tenia ya su caballo blanco pudo escapar con rapidez….
A los 6 años su familia viaja a Madrid, parece ser que estaba aflojando el laburo y decidieron rajar para Europa por el costo del euro
vió… allí el niño aprovecho para seguir liberando a las palomas del seminario donde concurría…
Ya más grande ingresa a la carrera militar en el ejercito de Murcia, desde donde muchos años después lucha por la campaña de África, tiene su primer ascenso a subteniente por sus acciones en Los Pirineos ante los franceses… sus ascensos llegan hasta teniente Coronel… Vuelve a argentina luego de la revolución, es convocado para recuperar el protagonismo del Virreynato, pero termina luchando para lograr la independencia, Conoce una piba del barrio donde vivía una tal Remedios de Escalada, que si no fuera por ella no hubiese descubierto, primero que, la independencia tenia remedio y segundo que la escalada lo llevaría a cruzar los Andes, que va a ser es el destino, menos mal que no conoció a 
una contreras o una tomada porque no lo iban a ayudar mucho…
Y bueno así sigue con una que otra batallita, que nos terminan dando la independencia, después junta unos guachitos a caballo y encara a cruzar los andes para lograr la independecia de los del costado oeste, los del otro lado de la cordillera, buenooooo los chilenos… y así se copó el chabón y empezó a recorrer América del sur, hasta convertirse en el libertador más importante de Sudamérica.
Y tanto pero tanto le copaba la libertad que un día como hoy, un 17 de Agosto de 1850 y sin decidirlo liberó lo último que le quedaba, su alma….
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